Hola, mi nombre es Alejandro, (1.75 75 kg, moreno claro y velludo) y mi novia se llama Elena (1.65, 58 kg, blanca y bien curveada), estamos en México, andamos rondando los 30´s.
Somos unos chicos agradables, relajados, amenos, y muy pero muy calientes. Bien, como referencia les contamos algo de antecedentes de nuestra vida swinger. Ella ya es separada y cómo sexualmente en su matrimonio no le fué muy bien que digamos, cuando la conocí y tuvimos sexo, ambos notamos que iba a ser una parte muy importante de nuestra relación, experimentamos muchas cosas, y esto dió pie a que se dejara llevar en todas mis fantasías. En un inicio, yo ya había leído muchas revistas acerca de este estilo de vida, el cual al imaginármelo, me calentaba demasiado, y si no estaba con ella o la veía, me masturbaba frenéticamente pensando cómo sería ella y cómo se comportaría. Pues bien, en algunas ocasiones que cogíamos y ella estaba demasiado excitada aprovechaba para lanzar mis sugerencias de experimentar algo diferente, con otras personas, pero ante su negativa sólo me quedaba más caliente aún.
Fue por iniciativa de una compañera de ella que es bi de nombre Sandra, que ella empezó a sentir curiosidad, ya que se le insinuaba demasiado, se le acercaba, acariciaba e intentaba besarla o fajarla, ya en esa época me contaba que su grupo de compañeros de trabajo, 3 hombres y 2 mujeres, le proponía realizar alguna reunión en un hotel y darle rienda suelta al cuerpo, es decir, tomarse unas copas, y después lo que resultara, ya que siempre le decían que estaba muy rica, delgadita pero sabrosa, que se notaba que le encantaba coger y sería una delicia comprobarlo. Incluso llegaron a proponerle que bailara para ellos, que le pagarían algo de dinero, para que se vistiera de colegiala o maestra, les bailara, les hiciera un strip tease, y lo que resultara, que podría invitarme a mí para que viera como disfrutaba ella con todos ellos.
A ella no le molestaban los comentarios, pero siempre rechazaba las propuestas, más bien se excitaba al contármelo, y al igual que yo, nos calentábamos tanto que terminábamos cogiendo muy rico, imaginando yo, como sería ese encuentro que ellos deseaban. En un inicio me molestaba un poco que el que era su jefe y sus demás compañeros se la querían coger, su insistencia era continua, y aunque me excitaba la idea en el fondo si ocurriera tal vez me hubiera enojado más.
Total que algún día la convencí de que le diera línea a su compañera Sandra, con el propósito de que de tuviéramos un trío con ella y así disfrutar ambos, ya que Sandra también era una delicia de mujer, ya que era a quien dedicaban sus masturbadas más de la mitad de sus compañeros de trabajo . Sandra aceptó la propuesta, pero más por la calentura de coger con ella, que de que estuviera con ambos. Asistimos a un bar, donde descaradamente Sandra fajaba a mi novia debajo de la mesa, le metía dedo, sobaba sus senos y le besaba el cuello, mientras yo aprovechaba para meterle dedo y tocarle sus senos a Sandra, de todo ello se dieron cuenta las personas de las demás mesas y la mayoría no quitaba la vista de tal espectáculo, fue tan excitante, que el mesero que atendía nuestra mesa, se acerco a nivelar las patas de la mesa con tal de ver por debajo las dedeadas, manoseadas, y las piernas ricas sin medias y ya sin tangas de ambas.
El encuentro no salió como pensábamos puesto que no me pareció a mí que Sandra se obsesionara tanto con ella sin entender que era un trío.
Ahí terminó este intento, pero la calentura siguió y las fantasías y propuestas también, hasta que nos decidimos contactar desde una página especial en contactos swinger. Recibimos cientos de mensajes, y nada que encontrábamos algo interesante.
EL RELATO COMPLETO ESTA EN >>>>> http://amorromanceyerotismo.blogspot.com