Ellos tomaron mas de la cuenta, sucediendo lo que es común, Guille se puso ebrio, con el resultado de siempre, le vino sueño y se tiro en una de las cuchetas que había previsto para sus amigos.
Yo ni me entere, en mi dormitorio, durmiendo despatarrada tirada en la amplia cama, semi desnuda como para ir a la ducha.
Y que pasó?
Que los amigos de Guille se fueron, menos dos. Que cerraron la puerta a los que se fueron, comprobaron que mi marido dormía profundamente, subieron a nuestro dormitorio para encontrarse con el espectáculo que daba yo, con aquella posición, mostrando mis nalgas desnudas.
Sentí unas manos separando mis piernas en la penumbra, ya que apagaron el televisor, mas pensé en Guillermo y lo deje actuar alegrándome de que se dignara a darme un poquito de fiesta.
Aquel gesto de abrirme las piernas, fue facilitado por mi maniobra de abrirme de para en par, lo que permitió recibir de lleno en mi rajita una boca hambrienta de sexo.
El impacto fue formidable, agradable y prometedor. Lleve mis manos para tomar la cabeza de Guille….. pero aquel pelo rizado no era el de mi marido.
Al instante que recibía la sorpresa de comprobar que el que lamia mi concha no era mi marido, recibí un empello sobre mi torso, de quien aprisionaba mi cuerpo con firmeza.
Tranqui, Yami, soy Roberto, ….. y Lucio, que te vamos a dar lo que anduviste buscando.
- Nooo, dije….. pero su boca aprisiono la mía…. Y la otra boca me hacia perder la razón y la lógica.
Entre besuqueos y manoseos sobre mis pechos, Roberto me contó que Guille dormía la mona, que ellos estaban solos y que estaban muy locos por lo que había yo provocado esa tarde.
Me afloje sin resistencia, porque yo también había sentido que mi provocación hacia ellos tenía como correlato una sensación de ganas de cogermelos.
Moví mi pelvis demostrándole a Lucio que mis planes eran de colaboración total. Separe mis ropas para que me tuvieran desnuda y respondí con besos y algunas caricias hacia Roberto.
Mi calentura aumentaba rápidamente, tanto que no bien desprendió su pantalón aquel amigo, manote un hermoso aparato. Roberto me ofrecía su verga, mientras terminaba de quitarse su ropa….. Y yo le succionaba el aparato tan entusiasmada que el debía retirarlo por instante para no dejarse correr tan rápidamente.
-Que bien la chupas zorrita….. que rico, que rico….
Tous les participants ont 18 ans ou plus.