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Cuando te miro

Se recuesta en su sillón, con los ojos cerrados y piensa en él. Otra vez..Su recuerdo es suave y dulce.Tanto o más que su propia persona. Lo desea como siempre.Esta vez rememora cuando lo vió. Su cuerpo delgado.Su cola redonda, sus manos jugando con su cuerpo. Él sabe bien cuan sexy es.Él juega muy bien con ese saber. Como se acaricia el pecho con los dedos apenas flexionados.Como la mira y se muerde los labios.

Ella lo besaría desde la barbilla a todos sus rincones.Se dormiría luego de hacerle el amor. O no habiéndoselo hecho. Se quedaría con él enroscada en su piel.

Un besito para él- que provoca estos placeres- cuando lo miro.

Lucía Schaffer

El trío esperado- parte III-


Yo asentí encantada. Deseaba sentirlo nuevamente dentro mío, recibirlo con una vagina empapada de mi propia excitación. Una vagina que había albergado los dedos de T minutos antes. Me cogió enérgicamente como siempre. Mientras yo me deleitaba mirándole la cara de placer. Fue entonces cuando T volvió con su pene enhiesto hacia mí. Lo colocó en mi boca y me dijo entono imperante:

- Chupa, chupa, chupa

No era una orden,pero el tono lo parecía. Me excitó más. Entonces lo agarré de cerca de los testículos y lo chupe fuertemente. José me tocaba los pezones, la vagina, las piernas. Yo estaba totalmente desnuda, boca arriba, en la cama de José con otro hombre.Estabamos los tres excitadísimos y cumpliendo una de las fantasías más recurrentes en las personas. Estabamos haciendo lo que muchos nunca hacen. Lo más excitante para mí, era que José estuviera ahí.Me conoce muy bien y hemos jugado en múltiples oportunidades. Siendo así, T era un invitado de lujo. Este último colocó su mano en mi cuello y lo rodeó. Simuló presionarlo fuertemente pero era como con los pezones. Jamás, nadie me había tomado así. Me excito muchísimo. Por un segundo mi mandíbulo se cansó y quisé retirar mi boca de su pene. Cuando lo hice, él me tocó la mejilla y volvió a repetir , chupa, chupa, chupa. Esas palabras desencadenaron más placer, más excitación.Fue entonces que una persona más entró en la escena. Aunque allí no estuviera su presencia era notoria en mí.

F, es un amante virtual que vive en España.Nos conocimos en ese mismo chat de imágenes hace como cuatro años. Siempre hemos coincidido poco,pero las veces que lo hicimos ha sido gratificante. Un hombre muy inteligente del que se puede charlar de libros, educación e internet y no sólo excitarse. Este verano nos encontramos mucho en la red. Mis vacaciones y sus horarios de trabajo confabularon. Yo estaba muy excitada y él enloquecía mis mañanas. Un día dejé deslizar en un comentario ( inconsciente pero sentido) que haría lo que é me pidiese. Fue así que iniciamos un juego de órdenes muy suave y placentero. Muy, pero muy placentero. Las órdenes han ido variando , siempre teniendo claro que hay cosas que puedo decir que no.

Esa tarde F, se incorporó a mi deseo y al trío. Mientras T, tomaba mi cuello y presionaba mis pezones, era F quien lo hacía también. José me cogía. Todo era maravilloso. Un cuateto formado por un trío de hombres que me volvían loca. Fue así que T, eyaculó por segunda vez esa noche.Lo hizo en mi boca, otra vez. Nos mirabamos, yo expresé mi asombro y placer. Se miraron. José me miró extasiado. Por fin habíamos tenido aquel trío inicial, el que nunca llevamos a hacer con mi pareja.

La noche avanzó. Nos vestimos y luego de un rato de charla T se retiró. Charlamos con José de múltiples cosas mientras sonaba un cantante que jamás había escuchado. Nos miramos y manifestamos nuestro deseo de seguir cogiendo. Nos fuimos al mismo cuarto, el que antes habitamos , en él que dos hombres,más otro lejano me penetraban. José cumplió sus deseos nuevamente y yo los míos. Cogimos,nos besamos y deseamos que esto se vuelva a repetir.

Esto fue hace una semana exactamente. Cuando el mes de abril finalizaba y las hojas se volvían amarillas en las copas de los árboles.

Lucía Schaffer (uruguayita_mimosa)
5 de Mayo del 2009

El trío esperado- parte II-


Y así fue. Besé a José con la misma dulzura que hace años hacía. Lo miré, me sonrojé y acaricie por sobre la ropa. Él comenzó a desnudarme,haciendo ruidos que denotaban placer.En unos segundos estaba completamente desnuda . Me llevó a la cama. Nos acostamos transversalmente y comenzó a lamerme y tocarme. Mis senos, los pezones, los hombros,la boca. Sus dedos iban y venían por mi piel sedienta de su piel. Acarició mi vulva, suave y rosada. Exclamó, lo que siempre exclama al verme desnuda y excitada:

_ Umm Lucía, esa conchita está mojadita.

Lo estaba. Caliente y mojada de tanto placer imaginado y ahora a punto de ser concretado. El primer trío con su amante. El primer encuentro con T. José me continuó acariciando y levantó mis piernas para abrirlas y ponerse en cuclillas frente a mí. Tenía el pene duro, tostado y exquisito como siempre. Su sabor, su olor me enloquecen y él lo sabe con vemehencia. Mientras tanto ella no percibió la desnudez de T. Lo estaba y atrás de su cuerpo. Miró.Detalló.Disfrutó. Un hombre alto y atractivo. Con el cabello muy corto.Me dieron ganas de besarlo pero él no me dejó. Entonces decidí besarlo sin mis labios y hacerlo con mis dedos. Surqué sus labios con mis dedos largos y suaves. Él cerro los ojos con un gesto placentero. Entendí que quizás él prefería un trato menos personal.

Me repartí entre aquellos dos hombres. Mientras José me penetraba enérgicamente, introducía el pene dulce de T en mi boca. Intentaba llegar con mis manos a sus testículos y tocar sus piernas. Él me regalaba una sesión increíble de caricias. Caricias muy bien dirigidas en mis pezones y vulva. Los alternaba, jugando con la excitación que producía.T, tiene una forma muy particular de tocar. Lo hace realizando una presión muy constante, en el pezón. Esto me excitaba increíblemente. Parecía que mi pezón iba a ser arrancado por la presión pero no me dolía. Mientras tanto alternaba con caricias en mi vulva. Pude distinguir que había ingresado sus dedos en mi vagina y que la llenaba por completo. No sé cuantos dedos tenía dentro. Pero la sensación era de completitud. Sus manos comenzarón a masturbarme de la misma manera que tocaban mis pezones. De forma muy constante y placentera. Tuve un orgasmo intenso y duradero pero no podía gritar.Tenía el pene de T en mi boca, mientras José me llenaba de caricias. T, tuvo un orgamo casi imperceptible cuando me dejó su semen en mi boca. Lo miré y lo tragué. Estaba delicioso.

Le dí un respiro y volví hacia José. Lo besé con el sabor del semen de T en la boca. Como sé que a José le gusta. Le lamí su pene, duro, erecto y exquisito. Él me dijo :

- Lucía, quiero cogerte otra vez.

El trío esperado


     Como te conté sucedió de golpe, sin preparación. Mi amante-uno de ellos- me llamó el lunes para vernos. Me dijo con voz de excitado que hacía tiempo no retozabamos. Me preguntí si tenía ganas.Le dije que sí- porque siempre quiero coger con él. Hace muchos años nos conocemos y desde la primera vez que cogimos fue excelente. A él lo conocí también en el antiguo d´adultos. Siendo montevideano y muy abierto me invitó a tener sexo en su casa. Y por supuesto, luego de volver de un viaje a Punta del Este así lo hicimos. Han sido años muy variables, en cuestión de citas. A veces nos vemos múltiples veces en el año, a veces una sola. Él tiene pareja, y la dinámica de esta, no nos permite coger tanto como desearíamos. Él es ademas el protagonista de varios de mis relatos, y su casa, un motivador muy poderoso.

     Quedamos para le martes sobre la tardecita. Yo tendría un día muy largo de trabajo, pero sabía que estaría muy caliente. Me había puesto así desde su llamada, la que atentí en la calle, mientras salía de unas visitas hospitalarias. Esa noche le conté a mi pareja que iría a lo de José. Él se quedó muy caliente ya que le encanta que yo vaya a verlo.

     El martes entre todo el trabajo ,pude conectarme un poco y entré a sitio donde nos conocímos. Él estaba allí, increíblemente a esas horas, muy caliente.Había otro uruguayo( su nick era tal). El segundo me avisa que es T,un conocido de ese chat desde hace ya años, con el cual nunca nos hemos visto personalmente ni tenido sexo. En una época estuvimos a punto,pero luego a mi se me complicó por otros temas.
Comenzamos a charlar mientras yo, colocaba fotos eróticas, de la que -tu -ya estás acostumbrado a ver. T, me provocó diciéndome cuando iba a salir con él, y José lo hacía mencionando que esa tarde nos veríamos . Mencionaba lo bella y sexy que yo era, lo bien que lo íbamos a pasar. En todo ese contexto se desarrollaba, los arreglos del encuentro. José me pregunta si quiero hacer un trío con este uruguayo.Yo le contesto afirmativamente contándole quien es él. Quedamos en que ese martes. se sumaría T, a nuestro encuentro pactado.

     El día transcurrió muy lentamente. Mi calentura era atroz y más luego de que aquellos planes iniciales de verme con José se vieran modificados con la suma de otro. Siempre he afirmado que tres es un número exquisito para el placer sexual. Pocas cosas - de las que yo he vivido- son comparables al placer de sentir dos hombres acariciando y provocándote placer.

     Luego del largo día laboral emprendí el recorrido hacia la casa de José. Un viaje de cerca de hora y media. Ya estaba cerca del mar, caminando por las callejuelas de esa parte de la ciudad de Montevideo.Mi celular sonó. Era T que me preguntaba por donde iba. Le dije que a escasas 5 cuadras de la casa de José. Me dijo que él estaba a unas pocas. Al llegar- no se si la casualidad, o -el cálculo de T- nos hizo arribar a la puerta juntos. Yo ya había presionado el timbre y José ya bajaba a abrirnos la puerta. Al vernos juntos se asombró,mencionando algo jocoso al respecto de tal situación.

     Saludé a José de manera muy amistosa.No pude darle el beso suave en sus labios habitual ya que había una persona en el pallier. Subimos al ascensor y charlamos brevemente. Entramos. Me acomodé con total soltura. La casa de él, su aroma, sus libros y sus sillones son bien conocidos por mí. Bebimos un jugo de frutas y conversamos. Ya era de noche en la ciudad de Montevideo. La noche estaba preciosa y cálida.

    Una lámpara de pie de la sala hacía juegos de luz. Nos reímos al respecto. Le mencioné a José que seguro la había arreglado, porque necesitaba una excusa para iniciar el juego. En un momento que está quedo apagada dijo:

_ Bueno, ¿ Vamos para el cuarto?.

Nos pusimos de pie y fui a donde ya conocía con los ojos cerrados. Abracé y besé a José. T exclamó desde atrás nuestro:

_ Uds hagan, yo se incorporarme al juego.

    

Al mirarse

    La noche se precipitaba sobre la ciudad de manera insospechada. Los rituales diarios del atardecer, este día, sin embargo. no se cumplían. Ni la gente corría hacía sus casas, a volcarse en el contenido del vacío televisor ni él encendía el cigarrillo de cada hora.

    ¿Qué tenía aquel día de particular?, ¿Cuáles eran aquellas cotidianas rutinas no cumplidas?. El cielo se cernía plomizo, duro, compacto. El agua se hizo presente y en pocos segundos cubrió el césped con gotitas plateadas. El sol rápidamente asomó entre las nubes del cielo montevideano. Una tormenta de verano había pasado.

     Ella entró en un café. Practicó el ritual acostumbrado. Su teléfono sonó. Era él.En algún lugar del planeta se encontraba reclamando su presencia. Le dijo que la necesitaba, que la extrañaba. Le dijo lo que ella ya sabía, aún cuando él no se lo dijera. Ella lo escuchó y le dijo. En una hora estoy en casa. Hablaremos entonces.

     Bebió su café con crema sin prisa. Garabateó varias líneas en un trozo de papel. Pagó, sonrió y se fue caminando entre los charcos del centro de la ciudad. Subió al ómnibus y viajó un largo rato. Al llegar a casa,lo buscó.

    Lo encontró donde siempre.Donde lo conoció. Sonrió al verle. Él le retribuyó de la misma manera. Se miraron, sonrieronn, gesticularon.Se respondían entre las decenas de personas que los miraban. Él debió  marchar. Ella permaneció allí.Unas horas más tarde ella se reíria nuevamente. Una frase de él la convocó a un lugar más reservado. Aún a la vista de los mismos, quizás otros nuevos se hayan sumado. Él le dijo que ya venía. Ella lo detalló sin prisa. Su cara, su goce, su risa. Ella se mordía los labios.Él mojada su lengua en una boca que deseaba para ella. Él emitió un sonido que ella no escuchó. Ella cerró los ojos extasiada. Las manos ( de él) estaban impregnadas de su semen. Él no corrió a limpiase.Ella agradeció ese gesto. Lo disfrutó. Se deleitó con su orgasmo no oído. Ella prosiguó. Se tocó mientras él encendía algo para fumar. Lo miraba como si lo tuviera enfrente rodéandole las manos con sus dedos suaves. Hundió sus dedos dentro de mí, pellizcó sus pezones erectos y durísimos. Gritó y gimió. Volvió a cerrar los ojos y sientió sus caricias.

   La escena era vista por decenas de personas que creyeron la escena para sí. Creyendo que se les fue dedicada.Mientras ella y él, a kilómetros de distancia su fundían en un deseo profundo y vital. Aún aunque muchos ojos los desearan, este placer era en parte para ellos y nadie más.

Un beso

Lucía Schaffer

Sur
gender
  •  luciaschaffer
  • Centres d'intérêts:
  • Sexe
  • Femelle
  • Occupation:
  • teacher, web dessigner, writer
  • Date de naisance:
  • Octobre 1975
  • Groupe ethnique:
  • Mixte
  • Statut matrimoniale:
  • Libre et seul
  • Sexualité:
  • Bisexuel
  • Fumer:
  • Ocasionellement
  • Taille:
  • 160 cm 5 ft 3 in
  • Silhouette:
  • Extra Large
  • Attributs sexuels:
  • Education:
  • Diplome
  • Nationalité:
  • Uruguay
  • Pays de résidence:
  • Uruguay
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